Al parecer una de las últimas
ocurrencias por no decir barrabasada del Gobierno de la nación es que como nos
ha recortado suficientes derechos del estado de bienestar, pues ahora ya no son
suficientes y lo que nos pretender recortar son los derechos naturales,
aquellos que pertenecen a las personas por el solo hecho de serlo, como es el
derecho a la libertad, de manifestación o la de expresión y por lo tanto
inherentes a la persona.
Que pretenden ahora? Volver a
épocas pasadas con todas sus actuaciones, porque con la Ley de seguridad ciudadana
da la impresión de que quieren reinstaurar la ley de Vagos y Maleantes y la Ley
de Peligrosidad y Rehabilitación Social, propias de épocas no constitucionales
no muy antiguas. Al parecer lo que está pensando la derecha es que dado que en
el Código penal se van a eliminar la mayoría de las faltas penales, algo hay
que hacer para recaudar dinero y la mejor manera es tocar el bolsillo de los
más desfavorecidos o sus intenciones van mucho más allá y lo que pretenden es
crear un estado de sitio especial en el que la fuerza se deja en manos de la
policía pero las decisiones de a quien, como y cuando se quedan en manos del
ejecutivo y todo ello sin pasar por los tramites de su declaración tal y como están
establecidos en la Constitución.
Es decir que al parecer lo que
pretenden es hacernos cumplir sus leyes pasando incluso por encima de la propia
Constitución, es decir instaurar un estado semidictatorial con el beneplácito
de su mayoría absoluta, pues con esta excusa al parecer todo vale con el fin de
que la ciudadanía no pueda expresar su descontento o disconformidad con la
forma de actuar del Gobierno o de los partidos políticos en general. Es cierto
que estamos en un estado de derecho en el que hay que respetar unas reglas pero
estas reglas se han de respetar por todos sin pasar por encima de los derechos
de los ciudadanos. El derecho de manifestación y la libertad de expresión son
derechos fundamentales, constitucionales y que no se pueden eliminar de un
plumazo porque se les ocurra a ellos que nos les gusta que la gente salga a la
calle a decir lo que quiere.
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